Sol y playa ¿crees que es lo único que ofrece Mallorca? Nos alegra comunicarte que estás equivocado.

Debido a su posición estratégica en el Mediterráneo, las Baleares cuentan con un pasado multicultural que nos ha dejado un legado histórico y patrimonial digno de mencionar.

La mayoría de galerías de arte y museos se concentran en la capital, Palma de Mallorca, donde los más destacados serían el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo d’es Baluard, el Museo de Mallorca o el Caixaforum. Este último se ubica en el interior del Gran Hotel, una obra modernista de gran belleza. Continuamos en el centro, esta vez a la búsqueda de monumentos con un aire gótico. La obra maestra de Palma, La Catedral, es la pieza más importante de este movimiento. También es conocida como La Seu o Catedral del Mar y de la Luz debido a su proximidad con el Mediterráneo y su gran rosetón, el más grande de las catedral góticas europeas. Su interior te dejará boquiabierto. Si salimos un poco del centro, podemos llegar hasta el Castillo de Bellver, uno de los pocos castillos de planta circular en Europa y rodeado de frondoso bosque.

En la zona de levante, Alcúdia y alrededores, se encuentra el arte más primitivo y antiguo desde vestigios prehistóricos conocidos como “talaiots” hasta los restos romanos de la ciudad de Pollentia. Un enriquecedor viaje al pasado.

Si cambiamos y nos vamos a la parte occidental de la isla, en el corazón de la Sierra de Tramontana, se encuentra Valldemossa. Un acogedor pueblo que fue el remanso de paz para varios artistas como Chopin, Ruben Darío, Miguel de Unamuno, Azorín y Santiago Rusiñol. A día de hoy se puede visitar la Cartuja, el palacio donde se hospedaron.

Como ves, Mallorca es un mosaico artístico y cultural. Esto es sólo una pincelada de la cantidad de cultura e historia que esconden sus calles y pueblos. Deja las chanclas y la toalla, al menos por un día, para dedicarlo al arte. Te sorprenderá.